Ir al contenido principal

Orgullosos



Todos hemos tenido emociones eonctradas con el día del orgullo gay. Hace unos años, cuando se aprobó la unión de parejas del mismo género en España sentí que el país estaba dando un paso de gigante hacia delante. Nunca fui fan del orgullo, creo que mucha gente tenía en la cabeza cabalgatas de plumas y cuero.

El momento en el que me declaraba abiertamente bisexual y era como decir ser heterosexual con un porcentaje oculto que "ya se me pasaría cuando encontrara al hombre correcto". Cuando dije que estaba con una mujer, que era mi pareja y que la cosa iba en serio... amigos y familia se echaron las manos a la cabeza con miedo. Vinieron años de rechazo, de sentir el vacío de personas que supuestamente me querían y un largo y tortuoso etcétera. Cuando la unión civil entre parejas del mismo sexo se aprobó, yo me alegré y guardé el recorte de prensa, inclusive aunque el tema ni siquera rozara a mi fantástica vida heterosexual.

Estuve en el orgullo en Madrid hace unos años y aunque me gustó, hasta entonces nunca había tenido que estar escondida de nadie y noté tanta diferencia. En cambio, en Atenas, las cosas son diferentes. Hay un mundo y una iglesia de diferencia. Para empezar, si una pareja quiere hacer una unión civil aquí tiene que pagar sus tasas por el trámite, que son unos cincuenta euros, mientras que una pareja del mismo sexo tiene que agar 450 más o menos. Parte de esos 450 euros son para las tasas, igual que una paraja heterosexual. Nosotros necesitamos llevar un abogado, por si las cosas van mal, su respectiva comisión y un poco de más por si hay que convencer a alguien. Aquí la iglesia ha dicho que si los cargos públicos o cualquier funcionario apoya la unión civil, la iglesia ortodoxa les maldice. Entonces además de todo eso, tienes que encontrar al funcionario adecuado. En resumen, hablamos de un país donde nuestros derechos están más o menos reconocidos, prefiero no hablar de otros lugares y sus condiciones.

En Atenas el día del orgullo, volviendo al tema, es un poco más familiar. Encuentras parejas más mayores, niños y colectivos que llevan toda la vida fingiendo que el niño tiene un papá separado, y un tío muy querido que vive con ellos. En España tenemos un poco más de libertad y creo que a veces nos olvidamos de muchos héroes anónimos que en su día a día han decidido dejar de mentir. El orgullo cobra un sentido especial para mí aquí. Cuando nos planteamos ir al orgullo el primer año, dijimos "pero cómo vamos a ir solas, si luego cuando salgamos a lo mejos hay un grupo ultraderecha esperandonos de camino a casa para matarnos a palos". Vivir con miedo es algo a lo que te acostumbras y cuando hay niños en juegos, se convierte en algo más vital aún. No nos engañemos, no vivimos en el tercer mundo, ni nos van pegando por las esquinas, al menos no a nosotras, pero mejor no le demos la posibilidad a la suerte.

Días como el el orgullo gay, en cualquier ciudad del mundo, y creo que es algo que no debemos olvidar, nos ayuda a buscar la fuerza necesaria para recordar de éste lado del mundo hay personas valientes que un día deciden llevar a su pareja a la cena de empresa, al recoger al colegio al niño o que simplemente ignoran las caras de asco cuando hablan de su pareja con el de al lado. En Atenas, salir y darse un beso en la calle cobra sentido. darle la mano a tu pareja en el centro es un momento de libertad que no tiene precio.

Y supongo que también podemos disfrutar de la música, de la purpurina y las plumas de colores ¿por qué no? El prisma está compuesto por un sinfín de colores y todos ellos son hermosos y viven dentro dedl mismo rayo de luz.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Voces. primera parte.

"Ni siquiera me puedo comprar un pintalabios. Lo doy todo por mis hijos y mi familia. Siento mucho que en mi casa no esté recogida hoy. Intenté cocinar pero solo me salió este soufflé." Los golpes en la calle interrumpen sus palabras. Abajo están de obras. Su voz queda ahogada por los gritos de las niñas jugando en la habitación de al lado. Sonreímos. Nos servimos otra copa de vino. "Es increíble que sepas hacer tantas cosas. A mí ya me parece suficiente centrarme en mis manualidades. No entiendo por qué estos vecinos maleducados se ponen a taladrar a las tres de la tarde. ¿No seria mejor a las cinco? Como te decía, mi marido está pasando unos días en casa." Su mirada se entristece y el tornasolado de sus pestañas se pregunta porque yo voy tan maquillada por la vida. Puedo leer detrás de su frente que seguro que tengo algún acto especial o evento. Me guiña el ojo y me pregunta de nuevo si tengo novio.  La conversación se convierte de nuevo en un catálogo

La nueva Batwoman es lesbiana

Kate Kane, la nueva batwoman ha venido a darnos algo de lo que hablar Muchos cuidado y no confundir a la nueva Batwoman con un Candy Cane (o bastón de caramelo, por mucho que algunas le queramos hincar el diente). La heroína se llama Kate Kane y llega a Gotham y a nuestras pantallas para quedarse. Ha llegado a Gotham Batwoman para impartir justícia La heroína decide levantarse en medio de la desaparición de Batman, que lleva tres años desaparecido de Gotham city. Esta chica, que no tolera las injusticias, se va directamente a casa del millonario Bruce Wayne a buscar el traje en el que enfundarse. Eso si, antes deben hacerle algunos arreglos femeninos para que supuesta prima de Batman quepa dentro. Un estreno digno de mención, con Bat-maratón incluída. HBO lo ha hecho muy bien, tanto con la elección de la actriz, que se ajusta al papel como nadie, como con la manera de emitir la serie, que se han puesto de reestreno y quieren deleitar a todos sus espectadores co

La amiga exótica

Ana y yo estamos tumbadas en la cama, a punto de cerrar los ojos, con la modorra de las tantas de la madrugada. Sus manos cominenzan a deslizarse por mi cadera, despacio...mi boca se entreabre y dejo salir de ella un suspiro. Mi cuerpo se relaja y dejo que ella comience con las labores de costura, con bordados y pasamanería sobre mi pecho. Posa sus labios sobre mis orejas, besa cada rincón de mi cuello y me susurra: "Cielo, ¿sabes que algún día tus amigos te preguntarán qué hacemos en la cama?". La miro y levanto una ceja, me pongo a recordar esos momentos aislados, en los que una amiga determinada me pregunta cosas del estílo. "Cariño, eso ya ha pasado y no ha sido para tanto." Le respondo tranquila. "No, no, yo me refiero al grupo entero de tus amigos" contesta velozmente "ahora eres la amiga exótica, cuenta con que un día cualquiera, tomando café, todos tus amigos se pongan a hablar de sexo. Llegará tu turno y esperarán que digas algo, se te queda